Historia

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Esta es la historia de esta tierra tal y como la conoce la gente de Karameikos.
La primera parte de la historia esta escrita en un épico trabajo de poesía de los Traldar (Traladara). “La Canción del Rey Halav.” Esta es un antigua obra mantenida por generaciones de bardos antes de que por fin fuera encomendada su escritura hace seis siglos.


La Canción del Rey Halav

En tiempos antiguos, las tierras ahora conocidas como Karameikos fueron el hogar forestal de los Traldar, hombres y mujeres muy favorecidos por los Inmortales y a quienes se les permitía vivir en estas hermosas tierras.

Los Inmortales dejaron a los Traldar vivir vidas simples y felices. Los Traldar pescaban y cazaban; los hombres usaban gran parte de su tiempo de caza entre ellos y ofreciendo alabanzas a los Inmortales.

Pero los Inmortales sabían que la felicidad de los Traldar iba a terminar. Lejos en el oeste, una raza de malvados hombres-bestia se preparaban para marchar a través de las tierras del este en busca de botines, prisioneros y tierras mas hospitalarias.

Estos hombres-bestia tenían a sus propios Inmortales benefactores igual en poder a los patrones de los Traldar, así que solo la victoria entre hombre y hombre-bestia podía determinar el futuro de las dos razas.

Los Inmortales descendieron a Lavv, una aldea Traldar, buscando jóvenes inteligentes y dándoles los secretos con los que podrían vencer a los hombres-bestia.

Visitaron a Halav Pelo-Rojo, un fabricante de cuchillos de piedra, y le enseñaron a forjar armas y armaduras de bronce. También le enseñaron el arte de la espada y la estrategia de la guerra.

Visitaron a Petra, una alfarera, y le enseñaron el arte del arco, la creación de medicina, el uso de la rueda de alfarería, el hilado de lino y el uso del telar.

Visitaron a Zirchev, un cazador, y le enseñaron como domesticar, montar y luchar usando caballos, como entrenar perros para que luchen por sus maestros, como andar tan silenciosamente como un gato, nadar como un pez, ver como un halcón.

Halav, Petra y Zirchev dijeron a la gente de Lavv lo que los hombres-bestia pretendían. El rey rió e intento alejar al trío de Lavv. Halav, usando su espada de bronce dada por los Inmortales, mato al rey y asumió la corona.

En los años que siguieron, el Rey Halav, la Reina Petra y el Cazador Zirchev enseñaron sus secretos a la gente de Lavv y pusieron a todas las demás aldeas de Traldar bajo su influencia. Las aldeas crecieron en poderosas ciudades, y Halav fue conocido por su justicia y sabiduría.

Eventualmente, los hombres-bestia atacaron en grandes grupos desde el oeste. Los Traldar con sus brillantes armaduras de bronce les hicieron frente. La irresistible fuerza de los hombres-bestia choco con el objeto inamovible que era Traldar, y la guerra siguió por siempre. Ambos bandos perdieron un gran numero de guerreros; cada guerrero Traldar mato docenas de sus bestiales enemigos antes de ser asesinado.

Finalmente, el Rey Halav consiguió encontrar al rey de los hombres-bestia solo en lo alto de una colina. El rey-bestia era el doble de grande que un humano, con la cabeza de un lobo y el un cuerpo peludo que era imposible de comparar. Saco su gran hacha ante la espada dada a Halav por los Inmortales.

Esta fue la batalla final entre hombre y hombre-bestia. Duro desde el amanecer hasta el mediodía, ambos reyes cada vez mas cansados hasta el punto de que apenas podían sujetar sus armas. En la “Canción del Rey Halav,” ambos se tomaron tiempo para descansar durante la lucha y cada uno describe su reslución e inconquistable habilidad para la lucha.

Evidentemente ambos estaban en lo correcto: El Rey Halav y el Rey de los Hombres-Bestia perecieron a las armas de cada uno. Sus ejércitos se miraron unos a otros, los hombres-bestias, temerosos por la muerte de su rey, y los Traldar con determinación levantando sus armas y evitando que los hombres-bestia avanzasen.

Los hombres-bestia abandonaron las tierras de Traldar. La Reina Petra y Zirchev tomaron el cuerpo de Halav y volvieron a su hogar. Grande fue el lamento en Lavv cuando llegaron, pero, durante el ritual de cremación del cuerpo de Halav esa noche, los Inmortales hicieron una visita, llevándose consigo los espíritus de Halav, Petra y Zirchev.

Los Traldar lamentaron la muerte de su rey pero dirigieron su mirada a la reconstrucción de las tierras en un poderoso imperio.


La Edad Oscura

El tiempo del Rey Halav ha sido desde entonces llamada la Edad de Oro de Traldar, y (como todos los ciudadanos de Karameikos saben) los Traldar nunca formaron un poderoso imperio o siquiera se recuperaron de la devastación traída por los hombres-bestia.

¿Por que? Bueno, de acuerdo con las leyendas Traldar que han ido apareciendo desde la Edad de Oro, las tierras necesitaban tener a su rey devuelto – el Rey Halav debe regresar a las tierras de Traldar antes de que estas se conviertan en una poderosa nación de nuevo.

Pese a eso, tras la destrucción de la Edad de Oro de Traldar, las gentes de las tierras descendieron en una edad oscura de las que no emergieron completamente hasta el siglo pasado.

Aldeas individuales sobrevivieron, y las tribus eventualmente vivieron algo mejor que a un nivel de subsistencia. El comercio comenzó pronto con las gentes de Minrothad y Thyatis. Los descendientes de Traldar, llamados Traladara, comenzaron poco a poco su camino a una recuperación económica. Pero los Traladara aun se enfrentaban a muchos problemas.

En los siglos tras la Edad de Oro, muchas maldades se asentaron en los bosques y montañas Traladaranos. Una fuerza maligna maldijo las tierras con vampiros, licántropos, y otras bestias. Hoy día, cada aldea Traladara tiene sus leyendas de ruinas vecinas alguna vez ocupadas por un señor vampiro, o algún joven que resulto ser un hombre-lobo y asesino de aldeanos. Normalmente, las leyendas son verdaderas, y cada buen joven Traladara sabe que las tierras aun tienen sus vampiros y hombres-criatura.

Al haber horribles criaturas en los bosques, viajar entre aldeas era poco seguro. Así que, mientras las aldeas costeras prosperaban gracias al comercio extranjero, solo los mas bravos comerciantes arriesgarían expediciones al interior de Traladara. Como resultado, las aldeas interiores tendieron a permanecer aisladas y mas ignorantes que sus hermanas marítimas.

Durante la edad oscura, clanes de goblins, hobgoblins, y orcos también se asentaron en las tierras de Traladara -normalmente a alguna distancia de las comunidades humanas. Tenían guerras entre ellas, y con los humanos, y en general hacían las tierras menos agradable para nadie.

Tribus mas pacificas de elfos y gnomos también vinieron a Traladara. Los elfos se asentaron en los bosques centrales de las tierras, mientras que los gnomos se asentaron al pie de la montaña, en las colinas del norte. Ambas razas comerciaban pacíficamente con los humanos y lucharon junto a ellos contra las tribus de demihumanos menos amistosas.


La Traladara Moderna

Traladara, hace un siglo, era un punto de comercio bien conocido, particularmente Marilenev, su ciudad jefe, construida donde el río Volaga entra al mar. Allí, Traladaranos comerciaban valiosas pieles por armas, vinos y otras bebidas espiritosas, una empresa provechosa.

Muchos de los beneficios Traladaranos permanecían en la costa y las tierras inmediatas del interior. Pocos comerciantes se aventuraban al interior; los que lo hacían incluían la Caravana Gnomo anual, una fuerza de gnomos bien armada que descendía de las colinas del norte, vendían los objetos acumulados durante todo un año en Marilenev, y hacían el viaje de retorno a las tierras de los gnomos.

Por esta época, las naciones de Darokin y Thyatis empezaron a ver Traladara con mayor preocupación. La nación forestal nunca les había ofrecido ningún tipo de amenaza, así que no habían levantado ninguna defensa significativa contra Traladara. ¿Pero que pasaría si su gente fuera unida por un poderoso líder – o, peor aun, conquistada por un poderoso enemigo extranjero?

El Imperio de Thyatis decidió el asunto enviando tropas a la capital Traladarana, Marilenev, y conquistarla, reclamando toda Traladara para Thyatis. Darokin, sin poder hacer otra cosa, comenzó ha asegurarse de que sus fronteras fueran seguras.

Thyatis tomo pocas acciones para asegurar Traladara para si misma. Instalo una guarnición de soldados en Marilenev. El comandante militar de aquel entonces renombró Marilenev a “Specularum” (La Ciudad Espejo) debido a su belleza en el resplandor de la bahía de Marilenev. Un recaudador de impuestos tomo los ingresos de todo el dinero de comercio cuando cambiaba de mano en la ciudad.

Aparte de eso, el resto de Traladara estaba dejada a su suerte. Las comunidades mas aisladas no fueron afectadas por la “conquista.” Los comerciantes sufrieron el impuesto Thyatiano, pero el mayor interés Thyatiano en Traladara significaba que el comercio tubo un auge y tenían mas beneficios.

Así fue como las condiciones permanecieron hasta hace treinta años. En aquel entonces, el Duque Stefan Karameikos III, un joven noble de Thyatis, hizo un pacto con el Emperador de Thyatis. Karameikos, en esencia, vendió sus valiosas tierras ancestrales por Traladara -y una garantía de autonomía. El Imperio reconoció la demanda de Karameikos por Traladara, ahora renombrada el Gran Ducado de Karameikos, y retiro a sus oficiales del territorio Traladara.

El Duque Stefan viajo a su ducado, anuncio su asunción de gobernar Traladara y acabo con las insurrecciones armadas que resultaron. Cuando las cosas se calmaron algo, empezó a convencer a ambiciosos nobles sin tierras de Thyatis a ayudarle a gobernar a un verdadero estilo Thyatiano.
Los primeros años del gobierno del Duque Stefan fueron caracterizados tanto por buenos como malos resultados.

Por el lado malo, muchos de los colonos Thyatianos que llegaron al país, jurando lealtad al Duque Stefan y recibiendo tierras, fueron despiadados que literalmente robaron tierras a Traladaranes que vivían en ellas. El peor entre ellos fue el propio primo del Duque Stefan, el Barón Ludwig “Águila Negra” von Hendriks.

Por la parte buena, el propio Duque Stefan era un líder ejemplar, demandando justicia y honor a los hombres que directamente supervisaba. Empezó a usar los beneficios de los impuestos de comercio para construir amplios y buenos caminos por el país, uniendo aldeas lejanas en una sola nación. Creo una gran ejercito, usando a nativos Traladaranos, inmigrantes Thyatianos, e incluso elfos Callarii, para proteger el Gran Ducado. En resumen, empezó el largo y lento proceso de convertir Traladara, una tierra de aldeas enemistadas y aullidos de lobos en la noche, en una poderosa nación mercantil.

A día de hoy, el Gran Ducado aun esta creciendo y convirtiéndose en una nación -aun es joven, con dos mitades diferentes de población (Traladarano y Thyatiano) en gran medida separados y en el interior principalmente incivilizada. Pero esta creciendo mas fuerte día a día, y muchas de las naciones del continente tienen representantes en Karameikos, un signo de crecimiento internacional de la nación importante.

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Campaña en Mystara - Dungeons & Dragons Clásico


Esta pagina pretende ser una herramienta de apoyo para mi campaña de Dungeons & Dragons Clásico en el mundo de Mystara.

En esta pagina posteare información sobre las reglas de la Ciclopedia de Reglas de D&D así como información de las diferentes naciones del Mundo Conocido de Mystara.

La campaña se basara en el Gran Ducado de Karameikos, concretamente en los alrededores de la ciudad de Threshold en el año 1000 A.C.

Las clases permitidas serán las básicas: Clérigo, Guerrero, Ladrón, Mago, Elfo, Enano y Halfling.